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¿Qué le pasa a mi bebé? ¿Es alergia?

De repente eres madre y te das cuenta que hay muchas cosas que desconoces en cuanto a

la lactancia materna, aunque hayas leído sin parar durante todo el embarazo, se presenta

ante ti un mundo desconocido, el cual, tampoco conoce tu madre, porque “a los 3 meses se

quedó sin leche”.


¿Te suena? Típica frase que escuchamos muchas a nuestras madres y que aún retumba en

nuestra cabeza.


A veces la lactancia va como la seda desde el minuto uno, desde ese mismo instante en

que tu bebé está sobre ti en las siguientes horas tras el nacimiento... pero otras veces no...

Y esto por desgracia les ocurre a muchas madres. Aquello me sucedió a mi. Me había

preparado muchísimo para mi primera lactancia, pero la vida me sorprendió con un bebé

alérgico a las proteínas de la leche de vaca ¿O fue aquel biberón pirata?

Pues la verdad es que mi hijo ya tenía predisposición genética y un cúmulo de factores que he ido descubriendo durante estos años, seguramente fueron el detonante de aquella APLV que

superó a los 3 años y medio.


En esta ocasión os voy a hacer un resumen sobre casos en los que podemos estar frente a una alergia en un bebé lactante, y casos en los que a veces, estos bebés son diagnosticados de una alergia cuando en realidad no la tienen.


Para poder explicaros la alergia alimentaria debo de hacer hincapié en las diferentes formas

de presentación de la misma. Por un lado, tenemos la alergia mediada por IgE y por otro la

alergia no mediada por IgE (mal llamadas aún por algunos profesionales intolerancias). No podemos confundir esto con intolerancia a la lactosa, no tiene nada que ver. Cuando a un bebé con más de 1 mes le diagnostiquen de intolerancia a la lactosa, recurre a otro profesional, pues la leche materna contiene lactosa, no tiene sentido que la excluyas de tu dieta. Es posible que tu bebé tenga una intolerancia a la lactosa secundaria a otro proceso, eso sí, por una alergia, por ejemplo.


La alergia se define como una reacción inmunológica del cuerpo ante algo extraño. Si son mediadas por IgE, el cuerpo produce anticuerpos específicos frente al alérgeno, produciendo así una liberación química que producirá inflamación y otra serie de síntomas.


Hablaré más en concreto sobre la alergia a proteína de leche de vaca (APLV), ya que es la

alergia con mayor prevalencia.

Algún caso típico de presentación (que no el único, no me malinterpretéis, cada una lo ha

podido vivir diferente) puede ser:


* Bebé que alrededor del mes comienza con sangre en las heces.

* Bebé alrededor de los 6 meses que tiene una reacción al introducir un biberón de

fórmula.


En estos casos, estamos hablando de dos tipos de alergia, en la primera, habría que

descartar con pruebas, pero es una presentación más parecida a una alergia no mediada

por IgE, aunque puede ocurrir en mediados, y la segunda, una reacción mediada por IgE a

PLV.


En las alergias no mediadas por IgE, los síntomas son más tardíos, pueden aparecer a las

horas o días después de la ingesta del alimento. En las alergias mediadas por IgE, los

síntomas son inmediatos.


Es primordial que se sigan protocolos diagnósticos. Me encuentro con muchos bebés con estos síntomas a cuyas madres les han empezado a retirar alimentos sin haber hecho las pruebas diagnósticas correspondientes, esto no debe ser así, puesto que primero hay que descartar que este bebé no tenga:

  • Una fisura

  • Una bacteria

  • Un parásito

Es muy importante descartar estas otras causas de hematoquecia, porque sino la madre entrará en un bucle sin fin de dietas exentas de muchos alimentos sin ver mejoría en el bebé y creando una posible desnutrición, falta de vitaminas y minerales que son muy necesarios en el periodo de lactancia.

El tratamiento para estos bebés será siempre la lactancia materna. Continuar con la lactancia materna siempre que sea posible. Será la madre quien debe evitar la ingesta del alimento que cause alergia, detectado mediante un buen protocolo diagnóstico. En el caso de que el alimento sea la leche, los protocolos marcan que se debe suplementar con calcio y vitamina D, y se contará con el apoyo de un dietista (Consenso 2018 SEGNHP) para una buena planificación nutricional. La lactancia materna es el mejor tratamiento de las alergias alimentarias en el lactante. Se utilizarán fórmulas especiales cuando no sea posible la lactancia materna.

Otro factor importante a tener en cuenta cuando un bebé tiene heces con sangre es descartar un buen agarre al pecho. Se ha demostrado que la alta ingesta de lactosa (segundo componente mayoritario de la leche materna) puede producir inflamación en la mucosa intestinal, puesto que las pocas bifidobacterias que en estos momentos habitan en el sistema digestivo del bebé metabolizan la lactosa produciendo unos metabolitos diferentes a los que se producen al metabolizar los oligosacáridos de la leche materna (HMO).

Cuando las bifidobacterias degradan los HMO, producen más cantidad de acetato que protege el intestino humano de la infección y reduce la inflamación. El lactato y los ácidos grasos de cadena corta que producen las bifidobacterias al degradar los HMO, crean un ambiente más ácido que favorece el crecimiento de otras bifidobacterias y comensales sobre las bacterias patógenas potenciales.

El tipo de parto, la dieta, el estado nutricional materno y otros factores van a influir en la microbiota intestinal del bebé, pues se sabe que la ruta enteromamaria es un factor fundamental para la maduración intestinal del bebé, proporcionando la maduración necesaria. Algunas cepas de Bifidobacterias, como B. Breve, ha sido hallado en las heces maternas, heces del neonato y en la leche materna, por lo que sabemos que esta ruta juega un papel fundamental también en el desarrollo de las alergias.

En poblaciones consumidoras de vegetales y alimentos fermentados, se ha visto que hay menor predisposición a enfermedades atópicas, asma o alergia alimentaria. Sin duda alguna, hoy en día sabemos que el intestino es el centro de todo y que cualquier problema en él se puede manifestar en cualquier parte de nuestro cuerpo.



Noemi González

Dietista y Asesora de Lactancia

Especialista en nutrición maternoinfantil, Patología digestiva y microbiota intestinal


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